Por: Silmar Palmeira, Director Senior de Producto Qualcomm para América Latina
La Inteligencia Artificial (IA) ha tomado al mundo por asalto, revolucionando industrias y transformando la manera en que vivimos y trabajamos. Pero a medida que la IA continúa avanzando, es crucial que prioricemos prácticas de IA responsables para asegurar un futuro que no solo sea tecnológicamente avanzado, sino también seguro, ético y sostenible.
La IA responsable es más que una moda pasajera; es un imperativo. Por tanto, creo que la IA responsable es la clave para desbloquear todo el potencial de esta tecnología transformadora mientras salvaguardamos los intereses de individuos y la sociedad.
Uno de los principios fundamentales de la IA responsable es la privacidad y seguridad. A medida que los sistemas de IA recopilan y analizan vastas cantidades de datos, es esencial proteger los derechos de privacidad de los individuos y garantizar la seguridad de la información sensible. Al priorizar la privacidad y seguridad en las tecnologías de IA, podemos construir confianza con los usuarios y partes interesadas, fomentando un ecosistema sostenible que respete los derechos de privacidad de los individuos y proteja sus datos.
Por eso es tan importante que las tecnologías de IA en los dispositivos se diseñen teniendo en cuenta consideraciones de seguridad y protección de la privacidad del usuario, para habilitar un ecosistema de IA más confiable. La IA en dispositivos mantiene las consultas del usuario y la información personal en el dispositivo, otorgando a los usuarios un mayor control sobre su información; y al evitar copias adicionales de datos almacenados en nubes remotas, más allá de la supervisión directa del usuario, mejora la protección contra accesos o usos no autorizados.
Además de protecciones para el usuario individual, es esencial que la IA en dispositivos ayude a proteger la información confidencial de la empresa. Por ejemplo, un asistente de generación de código podría ejecutarse en el dispositivo sin exponer información confidencial a una nube, abordando una preocupación que las empresas ya enfrentan hoy en día.
La transparencia es otro aspecto crítico de la IA responsable. Los sistemas de IA deben proporcionar niveles apropiados de información sobre su uso previsto, capacidades y limitaciones. Al promover la transparencia, podemos fomentar la confianza y permitir que los usuarios tomen decisiones informadas sobre las tecnologías de IA, asegurando que se alineen con sus valores y expectativas.
Hoy en día ya existen tecnologías que permiten crear un sello criptográfico alrededor de las fotografías tomadas con un teléfono inteligente. Este sello no solo incluye metadatos esenciales como fecha, hora y ubicación, sino que también puede verificar si se utilizó IA y el tipo específico empleado.
Por ejemplo, si se utilizó IA generativa para manipular la imagen, el sello digital puede detectarlo con precisión. Incluso durante la transferencia de la imagen a otro dispositivo, el certificado permanece intacto, asegurando la preservación de su integridad. Esta colaboración ejemplifica nuestro compromiso con la transparencia y el mantenimiento de la integridad del contenido en la era de la IA generativa.
Pero no se detiene ahí. La sostenibilidad ambiental es una preocupación apremiante en la era de la IA. Los sistemas de IA pueden consumir cantidades significativas de energía, contribuyendo a las emisiones de carbono e impacto ambiental. Sin embargo, hay una forma de abordar este desafío adoptando un enfoque híbrido que combine tanto el procesamiento en la nube como en dispositivos en el borde.
Al desplazar una mayor parte de las cargas de trabajo de IA hacia el borde, podemos beneficiarnos de las ventajas del procesamiento de IA en dispositivos, que proporciona cálculos de alto rendimiento mientras consume una cantidad mínima de energía. Este enfoque equilibrado, con una distribución estratégica de las cargas de trabajo de IA entre la nube y el borde, puede optimizar el rendimiento por vatio y reducir el uso total de energía.
La IA responsable no es un esfuerzo en solitario. Las colaboraciones son clave para dar forma al futuro de la IA. Nos involucramos activamente con socios de la industria, organismos de normalización y agencias reguladoras para establecer directrices y mejores prácticas para la IA responsable. Trabajando juntos, podemos asegurar que la IA beneficie a la humanidad mientras mantenemos estándares éticos.
En conclusión, la IA responsable es la brújula que nos guía hacia un futuro que es tanto tecnológicamente avanzado como éticamente sólido. Al priorizar temas como la privacidad, la transparencia y la sostenibilidad ambiental, podemos aprovechar el poder de la IA para impulsar un cambio positivo. Como individuos, organizaciones y sociedades, tenemos el deber de abrazar la IA responsable y dar forma a su trayectoria para el beneficio de todos.